A partir de septiembre, los seres humanos serán los únicos miembros del reino animal con sede en Suiza que tengan derecho a estar solos cuando les venga en gana. Desde ese momento, si usted es ciudadano de la Confederación Helvética y tiene en una jaula un periquito, un canario flauta o un conejillo de indias, o acaso un pez de colores en su correspondiente pecera, sepa que estará violando la Ley local y se le impondrá la preceptiva multa.
Y aviso para navegantes, si la pecera es totalmente transparente o el agua no está suficientemente limpia, el castigo monetario será mayor. Aplaudido como "revolucionario" con los defensores a ultranza de la naturaleza y atacado por "surrealista" por otros sectores, el Reglamento de Protección para Animales ha sido días atrás aprobado en el Senado Federal suizo. "No son cosas, sino seres vivos", ha resumido uno de los políticos que apostó por esta norma.
Nunca más solitarios peces en asfixiantes recipientes o incluso en lavabos, olvídense de los periquitos solteros y desquiciados lanzándose contra espejos en el interior de sus celdas enrejadas o de las cobayas dando eternamente vueltas en las ruedas dispuestas en sus jaulas. A partir de ahora los que quieran poseer uno de estos animales tendrá que comprarlos por parejas, cual Noé de ocasión.
En el caso de perros y gatos, los animales de compañía más habituales, amén de caballos y ovejas, el suizo deberá garantizar ante la Ley que estos seres pueden mantener a diario contactos 'sociales' con ejemplares de su especie. Y para el que quiera adquirir un ejemplar canino, que sepa que ser el feliz propietario de esta mascota requiere pasar por un curso de 15 horas obligatorio donde se le enseñará desde a alimentar al mastín hasta pasearlo para que alivie sus necesidades, siempre con una bolsita bajo el brazo.
Por cierto, el coste del curso lo abonará el interesado, no olvide que se encuentra usted en Suiza.
¡Ah!, y por supuesto, adiós a tener una único cordero u ovejita o cordero en el establo. Totalmente prohibido, 'Lex dixit'.
Asimismo, si su pasaporte dice que es usted helvético recuerde que en la habitación de los niños ya no podrán dormir las mascotas, al tiempo que sus tiernos infantes ya no deberán abrazarlos o besarlos.
Los médicos y los veterinarios no lo recomiendan.
Fuente: elmundo.es
Y aviso para navegantes, si la pecera es totalmente transparente o el agua no está suficientemente limpia, el castigo monetario será mayor. Aplaudido como "revolucionario" con los defensores a ultranza de la naturaleza y atacado por "surrealista" por otros sectores, el Reglamento de Protección para Animales ha sido días atrás aprobado en el Senado Federal suizo. "No son cosas, sino seres vivos", ha resumido uno de los políticos que apostó por esta norma.
Nunca más solitarios peces en asfixiantes recipientes o incluso en lavabos, olvídense de los periquitos solteros y desquiciados lanzándose contra espejos en el interior de sus celdas enrejadas o de las cobayas dando eternamente vueltas en las ruedas dispuestas en sus jaulas. A partir de ahora los que quieran poseer uno de estos animales tendrá que comprarlos por parejas, cual Noé de ocasión.
En el caso de perros y gatos, los animales de compañía más habituales, amén de caballos y ovejas, el suizo deberá garantizar ante la Ley que estos seres pueden mantener a diario contactos 'sociales' con ejemplares de su especie. Y para el que quiera adquirir un ejemplar canino, que sepa que ser el feliz propietario de esta mascota requiere pasar por un curso de 15 horas obligatorio donde se le enseñará desde a alimentar al mastín hasta pasearlo para que alivie sus necesidades, siempre con una bolsita bajo el brazo.
Por cierto, el coste del curso lo abonará el interesado, no olvide que se encuentra usted en Suiza.
¡Ah!, y por supuesto, adiós a tener una único cordero u ovejita o cordero en el establo. Totalmente prohibido, 'Lex dixit'.
Asimismo, si su pasaporte dice que es usted helvético recuerde que en la habitación de los niños ya no podrán dormir las mascotas, al tiempo que sus tiernos infantes ya no deberán abrazarlos o besarlos.
Los médicos y los veterinarios no lo recomiendan.
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