Hacía poco tiempo que había subido a Munich por segunda vez. Tocaba cambiar de aires y bajar al sur a conocer un poco la bota italiana.
El viaje en si, se hizo bastante pesado, creo que incluso más que el de Munich, ¿la razón? para bajar de Suiza a Italia hay que cruzar los alpes mediante el tunel de San Gotardo, un tunel de 17 kms en el que hay que hacer como una hora de cola para poder entrar, una pesadilla.
Nada mas cruzar la frontera italiana, ya se puede conducir practicamente a la velocidad que te de la gana, quebrar todas las normas de tráfico, tocar la bocina un número ilimitado de veces, gritar e insultar al resto de conductores y todo esto gratis, ¿para que seguir las normas de tráfico? si nadie las cumple. La tranquilidad y sosiego de Suiza desaparecen en un instante.
Y bueno ¿que puedo contar de la ciudad de Milan? a mi la verdad me pareció una ciudad demasiado grande, de tiendas caras, bastante turismo y con poco ambiente por la noche. ¿Lo que más me gusto? sin lugar a dudas la Piazza del Duomo, donde se encuentra la enorme catedral de estilo gótico junto a las galerias de Vittorio Emmanuele. Otra cosa que me pareció curiosa fue comprobar que a partir de la medianoche los semaforos se vuelven de color ambar, es entonces cuando realmente se convierte en la autentica ciudad sin ley.
El viaje en si, se hizo bastante pesado, creo que incluso más que el de Munich, ¿la razón? para bajar de Suiza a Italia hay que cruzar los alpes mediante el tunel de San Gotardo, un tunel de 17 kms en el que hay que hacer como una hora de cola para poder entrar, una pesadilla.
Nada mas cruzar la frontera italiana, ya se puede conducir practicamente a la velocidad que te de la gana, quebrar todas las normas de tráfico, tocar la bocina un número ilimitado de veces, gritar e insultar al resto de conductores y todo esto gratis, ¿para que seguir las normas de tráfico? si nadie las cumple. La tranquilidad y sosiego de Suiza desaparecen en un instante.
Y bueno ¿que puedo contar de la ciudad de Milan? a mi la verdad me pareció una ciudad demasiado grande, de tiendas caras, bastante turismo y con poco ambiente por la noche. ¿Lo que más me gusto? sin lugar a dudas la Piazza del Duomo, donde se encuentra la enorme catedral de estilo gótico junto a las galerias de Vittorio Emmanuele. Otra cosa que me pareció curiosa fue comprobar que a partir de la medianoche los semaforos se vuelven de color ambar, es entonces cuando realmente se convierte en la autentica ciudad sin ley.
Imágenes:
No lo había comentado, pero a la vuelta también hicimos una pequeña parada en Lugano para pasear por este agradable pueblo situado al sur de Suiza.
Actualizado (01-08-2008)
Fotos de Fran --> Click aquí
Actualizado (01-08-2008)
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